miércoles, 6 de junio de 2012

MOVER UNA MONTAÑA


Para mover una montaña
sólo tienes que pedírselo.

El agua, la erosión,
la acción del viento harán lo propio
en cuestión de siglos.

Si no dispones de tanto tiempo
y prefieres que la montaña se mueva pronto,
puedes coger pico y pala
y ponerte manos a la obra.

Dile a la montaña
que no tienes toda la vida
y verás que se apresura.

Pero si no puedes esperar más
y quieres que la montaña
se mueva ahora,

cierra los ojos y ordénaselo
y la montaña hará lo que le pidas.

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