en lo alto de un monte,
rodeado de olivos
y coronado por un castillo.
crecí en ese pueblo,
como el resto de niños,
jugando con mis primeros amigos,
que fueron mis vecinos,
y lo siguen siendo.
me hice mayor,
o eso pensaba yo,
en realidad era un capullo,
y puede que lo siga siendo.
Pero el capullo se abrió
y de su interior salió una flor,
deslumbrante por su color
y su olor,
pero ese no soy yo,
es mi amor.
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