lunes, 27 de junio de 2011

LA NOCHE DE SAN JUAN

Al fondo, sobre el horizonte, trazado por el mar infinito en la oscura noche,
cuando cielo y océanos se confunden, surgió una media luna rojiza, mística,
que anunciaba un mundo distinto.

Un mundo en el que el aire se fuma tu cigarro, y borra las pocas ideas que te quedan
escritas sobre la arena. Cuando sobre una toalla que hace las veces de alfombra mágica sobrevolamos nuestras antiguas vidas ahora proyectadas en sombras.

Ahí surgió la contagiosa risa que nos hizo estallar a todos en una carcajada, prendida en lumbres que salpicando chispas agitaba las olas con esa gracia que luego incansable el viento llevará a otra parte donde también reirán.

Así transcurría la velada mientras la gente bailaba en la playa, en el mar los peces con las algas y en el firmamento las estrellas que aún no han muerto.

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