domingo, 20 de marzo de 2011

Qué extraño

Los segundos repiqueteando en el cerebro
como el tic tac de un viejo reloj.

El pulso, cada latido zumbando en tu pecho,
las cajas y los bombos de un incesante ritmo.

Días y noches sucediéndose sin descanso.
Todas las mañanas la misma alegría cotidiana.

Todas las noches el mismo misterio.
Qué claridad! Qué confusión! Qué extraño!

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